Era un típico día de playa durante las vacaciones de primavera y Aspen, de 11 años, jugaba en el agua. Al zambullirse en una ola, Aspen se golpeó la cabeza con el suelo debajo del agua a poca profundidad. El impacto hizo que el cuello se le estirara hacia adelante, pero no sintió mucho dolor. Les dijo a sus padres que se sentía “rara”. Mike, su padre, la atendió rápidamente mientras su madre, Catherine, llamaba al 911.
En el hospital, los médicos descubrieron que Aspen se había fracturado la vértebra C-5 del cuello. La llevaron rápidamente al centro de trauma más cercano, donde confirmaron la fractura. Después de que fuera dada de alta del hospital, sus padres estaban decididos a encontrar la mejor atención médica para su hija. Los derivaron a la Dra. Toba Niazi, una neurocirujana pediátrica de Nicklaus Children’s Hospital. El Instituto del Cerebro está compuesto por un equipo de renombre mundial y sus programas de neurología/neurocirugía aparecen habitualmente clasificados entre los mejores del país por U.S. News & World Report.
“Todos estábamos muy preocupados pero también agradecidos por estar en Nicklaus Children’s Hospital”, recuerda Catherine. “El personal del hospital fue extraordinariamente servicial y atento”.
La Dra. Niazi revisó los resultados de las MRI (imágenes por resonancia magnética) y la CT (tomografía computarizada) mientras explicaba que Aspen había sufrido una fractura-avulsión de la vértebra C-5, que incluía daño en el ligamento. Aspen tuvo mucha suerte. De hecho, había un 50 % de probabilidades de que la lesión sanara sin cirugía. Preocupados pero optimistas, Mike y Catherine acordaron posponer la cirugía y, en su lugar, se le tomaron las medidas a Aspen para un aparato ortopédico para el cuello. Durante tres largos meses, Aspen tuvo que usar un aparato ortopédico en el cuello las 24 horas del día mientras esperaban para ver si la fractura podría sanar sola. Usar este aparato ortopédico todos los días fue un desafío para Aspen, pero sabían que era necesario para su recuperación.
Tres meses después, Aspen se sentía bien, por lo que su familia esperaba que la cirugía no fuera necesaria. Sin embargo, después de otra CT, la Dra. Niazi descubrió que la articulación estaba inestable y que sería necesario hacer una fusión anterior de las vértebras C-5 y C-6 para estabilizar la articulación. Esta no era la noticia que la familia esperaba recibir. “La Dra. Niazi nos llamó personalmente esa noche para responder nuestras preguntas”, explicó Catherine. “Mike y yo confiábamos en ella, así que le pedimos que programara la cirugía lo antes posible”.
Durante la cirugía, que se llevó a cabo en julio de 2017, el personal de enfermería mantuvo a la familia informada para que supieran que todo iba según lo planeado. Después, la Dra. Niazi les dijo a los padres que la cirugía había sido un éxito. “Nos sentimos tan afortunados de estar en un centro como Nicklaus Children’s Hospital,” expresó Catherine. “Los pequeños detalles marcan una gran diferencia cuando uno está estresado y agotado. La habitación era muy acogedora, podíamos pedir alimentos, los enfermeros fueron serviciales y pudimos quedarnos con Aspen en un sofá cama grande. Todas estas cosas hacen que el proceso sea mucho más fácil”.
Durante el período de recuperación, Mike y Catherine dieron lo mejor de sí para enfocarse en los aspectos positivos y no perder la esperanza. “Le enviábamos mensajes a Aspen con frases positivas todos los días solo para levantarle el ánimo y que fuera optimista”, relató Catherine. “Pegamos un emblema en la cabecera de la cama que decía: ‘Estoy sanando. Soy una luchadora. Seré más fuerte que antes’”.
Si bien Aspen tuvo que usar el aparato ortopédico para el cuello durante otros tres meses después de la cirugía, todos sintieron alivio al saber que se encontraba camino a la recuperación. Para fines de diciembre, esta valiente niña pudo retomar la mayoría de sus actividades normales. Estaba especialmente entusiasmada por volver a practicar natación competitiva. Menos de tres meses después, Aspen ya participaba en competencias de natación.
Su determinación valió la pena. En los Juegos Olímpicos Juveniles, rompió siete marcas de la Gold Coast en Florida y ganó 11 medallas de oro. Participó en la competencia de natación de la NCSA (National Club Swimming Association) en Orlando, donde ganó siete medallas de oro, una medalla de plata y cuatro medallas de bronce. Aspen ocupó el primer puesto del país para niñas de 12 años o menos en estilo crol de 50 yardas y estuvo entre las cinco mejores del país en sus otros eventos.
Aspen está definitivamente más fuerte que nunca, y sus padres siempre estarán agradecidos a la Dra. Niazi por los increíbles cuidados que le dio a su pequeña.